.
Huí
de un destino para salvaguardarme de la insanía de tu alma.
Eterno sol
que me envuelves en tus brazos dorados.
Rencores
sepultados bajo la tierra aún húmeda.
Metamorfósis
retrasada por elecciones no acertadas en la infinidad de posibilidades.
Confuso es
el momento en que deje de verte, de silenciar aquellas voces que al unísono
pretendían engañarte, clavando en tu pequeño ser vulnerable y frágil , puñales
de metálica crítica.
Frente
aquel espejo, veo la realidad de los mundos encontrados y de verdades
encadenadas por el temor.
Despierta,
he regrasado.
Macarena Traversa
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